ACTUALIZADO Uno de los mayores errores… hablar para todo el mundo

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Te invito a reconsiderar una idea ampliamente aceptada pero fundamentalmente imprecisa: el mensaje de la iglesia es para “todo el mundo”. Sin duda, el propósito esencial de la iglesia es llevar el mensaje divino a toda tribu, lengua y nación. Sin embargo, esta noble misión no implica que nuestra comunicación deba ser genérica o indiscriminada. Aunque el evangelio es universal, la forma en que se comunica debe ser cuidadosamente ajustada para resonar profundamente con distintos grupos dentro de nuestra audiencia global.

En mis conversaciones con líderes eclesiásticos, frecuentemente surge una respuesta preocupante a preguntas sobre el público objetivo de eventos o iniciativas digitales: “es para todo el mundo”. Este enfoque, aunque bienintencionado, suele resultar en mensajes que, al intentar abarcar demasiado, finalmente no logran conectar con nadie en particular.

Comprender a quién nos dirigimos no solo enriquece la relevancia de nuestro mensaje, sino que también optimiza nuestros recursos y maximiza nuestro impacto. Desde las familias jóvenes en busca de una comunidad de apoyo, hasta los profesionales jóvenes que desean integrar su fe con su vida laboral, cada grupo dentro de nuestra congregación tiene necesidades únicas que requieren enfoques específicos. Al identificar y entender estos grupos, podemos crear programas más personalizados, comunicaciones más efectivas y, en última instancia, una comunidad más comprometida y cohesiva.

En este artículo, te desafío a abandonar la noción de que hablar a todos es efectivo, y en cambio, te mostraré cómo seleccionar y entender a tu público objetivo para que el mensaje no solo sea entregado, sino también recibido y vivido.

¿Quién es el público objetivo?

Es común que las iglesias, independientemente de su denominación, segmenten intuitivamente a sus congregaciones en distintos grupos: jóvenes, niños, mujeres, hombres, entre otros. Aunque esta segmentación existe, frecuentemente no se refina lo suficiente para aplicarse efectivamente en todos los canales de comunicación de la iglesia, como la página web, las redes sociales, o incluso en la planificación de eventos específicos.

El público objetivo (PO), o “target”, comprende a aquel grupo de personas que comparten características específicas, las cuales pueden incluir edad, estilo de vida, poder adquisitivo, costumbres, necesidades, nivel académico o ubicación geográfica. Estas características no solo ayudan a definir quiénes son, sino también a entender la mejor manera de comunicarse con ellos.

Imagina que decides crear una página web para tu iglesia. Es crucial determinar a qué PO se dirigirá este esfuerzo. Puede ser que quieras enfocarte en los feligreses actuales para fortalecer la comunidad interna, o quizás en atraer a no bautizados como parte de una misión evangelizadora. Además, podrías considerar la inclusión de contenido que atraiga a un público más joven, adaptando el tono y el formato según sus preferencias y hábitos de consumo de información.

En el ámbito de las redes sociales, cada plataforma atrae a un público distinto. Tradicionalmente, Facebook ha captado una audiencia más adulta, mientras que Instagram comenzó centrado en los jóvenes pero actualmente engloba una demografía más amplia. Por su parte, TikTok se ha destacado recientemente entre los más jóvenes, aunque no es exclusivo de ellos. Esta diversidad en las plataformas digitales resalta la importancia de conocer detalladamente al público que deseas impactar. No se trata solo de saber quiénes son, sino de comprender profundamente sus intereses y comportamientos para conectar con ellos de manera significativa y deliberada.

Conocer a tu público objetivo no es un ejercicio teórico; es una práctica fundamental que enriquece la dirección y el impacto de tu ministerio. Al ajustar tu mensaje y medios a las características de tu PO, no solo mejoras la relevancia y efectividad de tu comunicación, sino que también maximizas tus recursos al evitar esfuerzos dispersos y poco efectivos.

La importancia de conocer tu PO

Es fundamental reconocer que, aunque la iglesia es un lugar de bienvenida para todos, la estrategia de comunicación puede beneficiarse enormemente de la segmentación del público al que se desea impactar. ¿Por qué es esto crucial? Porque segmentar permite afinar el enfoque y dirigir los esfuerzos de manera que resuenen específicamente con el grupo objetivo.

Tomemos, por ejemplo, una actividad diseñada especialmente para jóvenes. Todos los elementos de esta actividad, desde el diseño gráfico y la decoración hasta el horario de realización, el logotipo utilizado y la programación del evento, deben ser cuidadosamente seleccionados para apelar a este grupo demográfico. Deben reflejar sus gustos, sus estilos de comunicación y sus preferencias culturales.

Un error común en muchas iglesias es planificar estos eventos con un enfoque que sería más adecuado para adultos, esperando que los jóvenes se sientan igualmente atraídos. Este desajuste entre el contenido del mensaje y las preferencias del público no solo reduce la efectividad del evento, sino que también puede disminuir el engagement del grupo objetivo.

Por lo tanto, entender y conocer profundamente a tu público objetivo no es un lujo, sino una necesidad estratégica que puede definir el éxito o el fracaso de tus iniciativas de comunicación y evangelización. Al ajustar cada detalle del evento para alinearse con las expectativas y la sensibilidad de los jóvenes, la iglesia no solo aumenta la probabilidad de una respuesta positiva, sino que también fomenta una conexión más profunda y duradera con ellos.

Beneficios que tienes al conocer tu PO

  • Comunicación efectiva: Al entender quiénes son los miembros de tu audiencia, puedes adaptar el lenguaje, los mensajes y los métodos de comunicación para resonar mejor con ellos. Esto es especialmente importante en un contexto eclesiástico donde los mensajes suelen estar relacionados con valores profundos y personales.
  • Incremento de la relevancia: Conocer las necesidades, intereses y desafíos de tu PO permite que la iglesia ofrezca servicios, enseñanzas y actividades más pertinentes. Esto no solo mejora la experiencia del congregante, sino que también fortalece su relación con la fe y la comunidad.
  • Fomento de la participación: Una estrategia de comunicación que considera las características específicas del PO puede aumentar significativamente la participación de la comunidad. Esto incluye no solo la asistencia y participación en eventos, sino también el compromiso activo en grupos de oración, voluntariado y otras actividades eclesiásticas.
  • Diseño de programas específicos: Al saber quién compone tu audiencia, la iglesia puede diseñar programas de educación religiosa, retiros espirituales y actividades comunitarias que atiendan mejor las necesidades espirituales y sociales de sus miembros.
  • Mejora de la acogida y la inclusión: Entender al PO ayuda a identificar y superar barreras culturales o generacionales que puedan existir dentro de la comunidad. Esto es crucial para crear un ambiente acogedor e inclusivo que refleje los valores del evangelio.
  • Optimización de recursos: Conocer a tu PO permite utilizar los recursos de manera más eficiente, asignando tiempo, dinero y esfuerzos a las actividades que realmente generarán impacto y crecimiento dentro de la comunidad.
  • Estrategias de crecimiento a largo plazo: Una buena comprensión del PO facilita el desarrollo de estrategias de evangelización y crecimiento adaptadas a las condiciones y características específicas de la comunidad. Esto es esencial para la sostenibilidad y expansión a largo plazo de la iglesia.
  • Reducción de gastos: Conocer bien a tu PO te permite identificar qué actividades y materiales son verdaderamente necesarios y cuales no, evitando así gastos superfluos. Esto significa que cada dólar invertido será más eficaz porque está dirigido a satisfacer las necesidades específicas del público que deseas alcanzar.
  • Optimización del tiempo: Aunque inicialmente tomará tiempo analizar y entender profundamente a tu PO, este esfuerzo inicial se traduce en una mayor eficiencia a largo plazo. Serás capaz de planificar actividades y comunicaciones que tienen una mayor probabilidad de éxito, minimizando esfuerzos que no generan los resultados deseados.
  • Definición de canales de comunicación: Saber quién compone tu audiencia ayuda a seleccionar los canales más efectivos para comunicarte con ellos. Por ejemplo, jóvenes adultos pueden ser más accesibles a través de plataformas digitales como Instagram o podcasts, mientras que una demografía mayor puede responder mejor a boletines impresos o reuniones en persona.
  • Mejora el “engagement”: Entender las necesidades y preferencias de tu PO permite crear mensajes que no solo llegan, sino que resonan con tu audiencia. Esto fomenta un mayor compromiso (“engagement”) con los contenidos ofrecidos, ya que se sienten más relevantes y personalizados.
  • Creación de vínculos duraderos: Al satisfacer las necesidades específicas de tu PO, aumentas la probabilidad de que estos individuos desarrollen una conexión fuerte y persistente con tu iglesia. Estos vínculos son fundamentales para construir una comunidad sólida y comprometida, que vea a la iglesia no solo como un lugar de culto, sino como un espacio de soporte y crecimiento personal y comunitario.
  • Experiencia de bendición personalizada: Al ofrecer una experiencia que toca directamente las vidas de los individuos y les proporciona lo que necesitan espiritual y socialmente, se promueve un sentido de pertenencia y satisfacción que puede ser decisivo para que eligen permanecer y participar activamente en la vida de la iglesia.

¿Qué categorías de PO debemos tener?

Definitivamente existen dos categorías principales: la feligresía actual y los no bautizados. 

  1. Feligresía actual. Son las personas que actualmente están en tu iglesia local y que estos deberás dividir según las características que tengan.
  2. No bautizados. Son las personas que deseas alcanzar con el fin de que se conviertan en feligreses activos. Estos también deberás dividirlos, según el PO qué deseas impactar. Cuando digo esto, me refiero que si deseas impactar a personas más jóvenes, cada aspecto que trabajes en ese evento evangelístico o de impacto a la comunidad, debe estar organizado para ese PO deseado. 

Por otro lado, una iglesia puede tener una amplia variedad de públicos objetivos, dependiendo de su ubicación, denominación, historia y actividades ministeriales. Identificar estos grupos específicos ayuda a la iglesia a diseñar estrategias de comunicación y programas que sean más relevantes y efectivos. Aquí te explico algunos de los grupos comunes de público objetivo para una iglesia:

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¿Cómo lo definimos?

Para lograr definirlo es importante hacernos algunas preguntas. 

1. ¿Quiénes son? Es importante mencionar que no todas las características a continuación son obligatorias, mas bien se pueden eliminar o añadir. Lo que sí es necesario es definir qué información necesitamos, para que en el momento de determinar los PO, sea más fácil el proceso.

        • Rango de edad
        • Género (hombre o mujer)
        • Estado civil (solter@, casad@, divorciad@, viud@)
        • Idioma
        • Ubicación geográfica
        • Nacionalidad
        • Condición familiar (hijos o no)
        • Nivel académico
        • Nivel económico
        • Afiliación religiosa
        • Tipo de trabajo que realiza
        • Intereses
        • Características

2. ¿Cuáles son sus mayores necesidades, problemas y deseos? Esto nos ayudará a ver qué soluciones podemos proveer para cubrir las necesidades y/o problemas que tienen, con la combinación de las características de quiénes son.  Por ejemplo: jóvenes solteros, no necesariamente van a tener las mismas necesidades de una madre soltera. Por igual, un niño no tiene las mismas necesidades de un adulto.

3. ¿Dónde buscan la información? Si no sabemos dónde buscan la información, lo más seguro es que vamos a perder la oportunidad de llegar a ellos, por usar el canal de comunicación incorrecto. Por ejemplo, ¿por dónde la mayoría de las personas buscan la información? Definitivamente por el móvil, a través de las redes sociales o el internet. Entonces debemos utilizar los medios que las personas están utilizando. ¿Esto elimina lo tradicional? No necesariamente, pero se debe reconsiderar para utilizar mejor los recursos que tenemos o podamos adquirir. 

4. ¿En quién confían? Esto te parecerá interesante, sin embargo, no es lo mismo para un adulto que para un joven recibir información y/o invitación de una persona en particular. Si el pastor o el líder no ha hecho un vínculo con los jóvenes, hablando a su nivel; y no me refiero a bajar los estándares, sino a que el joven lo entienda; no necesariamente otro líder será de impacto para ellos. Por esto es importante evaluar en quién confían para determinar cómo y a través de quién podemos llegarles. 

¿Cómo podemos conseguir esta información?

Encuestas: Puedes hacer encuestas digitales o en papel a tu feligresía o a la comunidad. Por ejemplo: Si deseas conocer a la juventud de tu comunidad, puedes realizar un evento y con un grupo de personas seleccionado y debidamente orientado para hacer las encuestas. Es importante que las encuestas sean confidenciales y se determine qué tipo de personas se hará el acercamiento. Esto es esencial, ya que si deseas conocer la juventud, y le preguntas a personas adultas, no será real esa estadística, ya que contestarán según ellos creen. 

¿Qué debemos hacer antes de comenzar con este proceso?

Ante de todo, tu liderato debe contestar estas preguntas. Esto ayudará a definir los pasos a seguir.

  • ¿Cuáles son las fortalezas que poseamos como denominación global?
  • ¿Cuáles son las fortalezas y debilidades qué tenemos como iglesia local?
  • ¿El liderato, feligresía y servicios tan preparados para recibir y retener a un nuevo PO en nuestra iglesia?
  • ¿Cuáles son las áreas que tenemos que fortalecer para recibir un nuevo PO?
  • ¿Cómo es el estilo de vida alrededor del templo?

Conclusión

Es cierto que a menudo continuamos haciendo las cosas de cierta manera simplemente porque así se ha hecho siempre. Sin embargo, es innegable que los tiempos cambian, y con ellos, cada generación emerge con su propio estilo y características distintivas. Ha llegado el momento de actuar con intención, de comprender realmente a los seres humanos que forman parte de nuestra comunidad.

Mientras nos adaptamos a estos cambios, es crucial mantener firmes nuestros principios fundamentales; los métodos pueden y deben evolucionar. Este enfoque renovado no solo nos permitirá conectar de manera más efectiva con diversas audiencias, sino que también amplificará el alcance del hermoso mensaje que Dios nos ha confiado. Dios nos ha llamado a alcanzar a todos, y debemos utilizar todos los recursos a nuestro alcance para cumplir con esta misión sagrada. En última instancia, adaptarnos no significa perder nuestra esencia, sino encontrar nuevas formas de expresarla y asegurarnos de que resuene en el corazón de cada nueva generación.

Mi tarea para ti hoy, es que verifiques y descargues el siguiente documento para que determines tu público objetivo.

Si deseas descargar el documento, presiona AQUÍ.

REFERENCIAS

Movistar. (2022) Las 5 preguntas para conocer tu público target. https://negociosdigitalesmovistar.com/

Pola, C. (2020). ¿Por qué se debe definir el público objetivo de una empresa? https://taktic.es

Rockcontent. (2019) Público Objetivo: Qué es, cómo definirlo y cuál es su importancia en las estrategias de Marketing. https://rockcontent.com/es/

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