Yo CLASIFICO a las PERSONAS | #ProfessorJRuiz

Suena fuerte, ¿verdad? Imagino que tiene esa expresión en su rostro de…. que tiene una infinidad de cosas que desea decirme, pero no llegue a una conclusión tan rápido. Quiero explicarle mis razones y tal vez al final, me dará la razón.

Muchas personas van por el mundo sintiéndose enojadas porque alguien les trató mal. El detalle es que todas las personas tienen su personalidad y hay que aprender a conocerlas y aceptarlas.

Hace muchos años atrás estaba ofreciendo un curso en la universidad, cuando una compañera de trabajo entró al aula y frente al enorme grupo de estudiantes y sin disimular, inició con todo ahínco y pasión la siguiente conversación:

Compañera:  ¿Qué tú haces aquí?
Mi respuesta:  Ofreciendo un curso.
Compañera:  ¿Desde cuándo?
Mi respuesta:  Desde que comenzó el semestre.
Compañera:  ¿Con el permiso de quién?
Mi respuesta:  Con el permiso de la directora, la persona que me contrató. ¿En qué te puedo ayudar?

Hasta este momento, había logrado mantener mi calma y contestar con tranquilidad, sin que el ataque me desconcentrara de quién soy y frente a quienes estaba.

Ella presentó su anuncio, yo le apoyé y abundé en el mismo para colaborar con su labor como oficial de la universidad. Ella salió del aula y continué con la clase como si nada hubiera ocurrido.

Al finalizar el curso, mientras recogía detalles en mi oficina para salir a mi hogar, dialogaba con un compañero de trabajo y llegó una de las estudiantes que estaba en el curso, expresando su molestia por la falta de respeto que había presenciado. El compañero me miró, esperando mi versión y sólo expresé dirigiéndome a la estudiante, “lamento que hayas presenciado tal escena, no fue correcta, pero por eso no te debes inquietar; hay que aceptar a las personas como son y dejarlas ir.”

La estudiante se retiró y el compañero me cuestionó la razón por qué no le había dicho nada. Mi respuesta es lo que quiero contarle hoy.

Cuando voy conociendo a las personas las clasifico del 1 al 5. Una persona que siempre es positiva, que dice buenos días y que en general hace lo posible de tratar a las personas bien, para mí es un 5. Sin embargo, una persona que llega malhumorada a todos lados, que no importa si le dices buenos días, siempre va a tener una respuesta difícil, la clasifico con un 1.

Esto me ha ayudado en la vida a no tomar personal las respuestas de la gente, sino que dependiendo de la clasificación que le tengo, es como reacciono. Por ejemplo: Si una persona que siempre la he clasificado como 5, me responde de una forma áspera, lo más seguro es que le preguntaré, si le puedo ayudar en algo o tiene alguna situación que le está incomodando. Por otro lado, si una persona que es 1 me responde como 1, no creo que deba perder el tiempo en preocuparme y mucho menos en tomarlo personal.

Es importante mencionar que esta clasificación no determina que la persona sea mala o no y mucho menos si me cae bien o no. Definitivamente pueden ser personas de buen corazón, pero tal vez no conocen cómo procesar sus emociones y tienen una personalidad particular que al fin y al cabo, hay que aceptar.

 

“Para tener paz interior debes practicar la compasión y el amor, además de comprender y respetar todas las formas de vida.” – Dalai Lama

Le animo a caminar en la vida con una actitud positiva, sin tomar personal las respuestas de los demás; tal vez no tienen nada que ver con usted, sino es su estilo de manejar sus días.

Por otro lado, si este artículo le lleva a evaluarse y cree que es un 1, decida qué clase de persona quiere que los demás vean en usted de ahora en adelante. Recuerde que nuestra forma de ser afecta positiva o negativamente a los demás.

Fotografía por Artem Beliaikin de Pexels

 

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