¿Cuál es el problema de estar sol@?| #ProfessorJRuiz

A la mayoría de las personas no le gusta la soledad y me atrevo a decir que es la mayoría, por no decir todas. Sin embargo, la vida nos permite experiencias en que tenemos que vivir tiempos de soledad. 

La primera vez que sentí la soledad fue cuando mi padre falleció. Como he mencionado antes, cuando él falleció, yo tenía 12 años de edad, acabados de cumplir. 

Recuerdo claramente que ese día mi mamá había llegado del hospital y mi abuela paterna se había quedado en el hospital con mi padre. Era el 25 de mayo de 1982 y tal vez era después de las 9:30 P.M. cuando llamaron en la entrada de la casa. Mi madre estaba recostada en la cama que utilizaba mi papá, mi tía en la cama que usaba mi madre, mi hermano estaba durmiendo en su habitación y yo estaba sentada en una silla al lado de la cama de mi padre. Cuando llamaron en la entrada, yo salí para ver quién era. Y encuentro que mi abuela paterna estaba con dos pastores. La inocencia no me hizo pensar en nada malo, ya que entendíamos que mi padre nuevamente saldría del hospital como tantas veces había ocurrido. 

Abrí los portones y preguntaron por mi madre. Llegamos todos a la habitación, mi madre se incorporó y preguntó: ¿y Julio? (nombre de mi padre); y mi abuela dijo: “ya no hay nada más que hacer”. 

Fue cuando sentí un gran vacío en mi corazón, lo suficiente para sentirme sola y abandonada en el mundo entero. Sé que tenía a mi madre, mi hermano y familia, sin embargo, por ser “la niña de papá”, la sensación fue terrible para mí. 

Esta experiencia me hizo aprender que aunque somos seres sociales y sí necesitamos el compartir con otros; también debemos disfrutar la soledad, sobre todo estar con uno mismo. 

En este artículo no voy a entrar en las desventajas, porque todo en exceso no es correcto, ni saludable; quiero resaltar en la importancia de estar cómodo con uno mismo.

Nosotros somos el ser más importante que debemos tener. Muchas veces nos descuidamos por atender a otros, sin pensar que nos estamos haciendo enorme daño.

BENEFICIOS DE ACEPTAR ESTAR SOL@

  1. Puede conocer más. Lo que le ayudará a conocer quién es en realidad y en qué está dispuesto a luchar o qué sacrificar.
  2. No necesita estar acompañado todo el tiempo. Muchas personas para evitar la soledad están en constante búsqueda de estar rodeados de personas y esto no garantiza ningún avance en realidad.
  3. Le permite dedicarse tiempo. Al tener tiempo con usted, podrá leer, mimarse, descansar, hacer planes, desarrollar un pasatiempo, meditar, en fin, la lista es interminable. 
  4. No le tendrá miedo a la soledad completa. Todos sabemos que la vida es de altas y bajas y en muchas ocasiones hasta la pérdida de amados nos lleva a tiempos de soledad.
  5. Le ayuda en la toma de decisiones. El estar sol@ y tener el tiempo para meditar o pensar, como usted le llame, le permite analizar mejor las situaciones a resolver. 
  6. Es bueno tomar tiempo para organizarnos. El tiempo que saquemos para renovar fuerzas es de gran valor para continuar con las responsabilidades de la vida.
  7. Le enseña a ser menos dependiente. Cuando está sol@ aprende que para salir adelante, bajar de peso, alcanzar la meta que desea depende de sus decisiones. Esta bien que en el proceso se incorpora más personas, sin embargo, la clave es su iniciativa.

Una experiencia tan terrible como el fallecimiento de mi padre, me enseñó muchas cosas y una de ellas fue aceptar ese tiempo de soledad y que estamos expuestos a fatalidades que cambian la vida de uno. 

Entendamos que, aceptar estar sol@ no significa que seamos antisociales o que no nos guste compartir con otras personas, sino que sepamos disfrutar del tiempo con uno mismo y transformarlo en algo mejor.

Reconozco que una soledad repentina o extrema es terrible. Le animo a tomar control de la situación y transformarla en algo positivo.

¡Amémonos con tanta fuerza que podamos estar solos con nosotros mismos y gozarlo!

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